Iniciativa:
La habilidad es la aptitud
innata, talento, destreza o capacidad que ostenta una persona para llevar a
cabo y por supuesto con éxito, determinada actividad, trabajo u oficio.
Casi todos los seres
humanos, incluso aquellos que observan algún problema motriz o discapacidad
intelectual, entre otros, se distinguen por algún tipo de aptitud.
En tanto y de acuerdo con
que no todos los individuos somos iguales, venimos del mismo lado o nos gusta
lo mismo, no todos los seres humanos observan la misma destreza para las mismas
cosas y por suerte, gracias a esto es que existe la diversificación de tareas y
trabajos. Es así que hay personas que poseen y demuestran una propensión a
desarrollar habilidades físicas, ya sea porque cuentan con una formidable
genética, capacidad de recuperación que se los permite y lo más importante en
este sentido, un determinado talento especial, por ejemplo, un futbolista que
vive con una pelota en los pies o como suele decirse figuradamente, atada a los
pies, haciendo jueguito. A este tipo de habilidades físicas, generalmente, se
las denomina destrezas.
Proactividad:
No significa sólo tomar la
iniciativa, sino asumir la responsabilidad de hacer que las cosas sucedan;
decidir en cada momento lo que queremos hacer y cómo lo vamos a hacer.
Las
personas proactivas:
- Se mueven por valores cuidadosamente meditados y seleccionados: pueden pasar muchas cosas a su alrededor pero son dueñas de cómo quieren reaccionar ante esos estímulos.
- Centran sus esfuerzos en el círculo de influencia: se dedican a aquellas cosas con respecto a las cuales pueden hacer algo. Su energía es positiva, con lo cual amplían su círculo de influencia.
¿Qué no es la proactividad?
La proactividad no tiene
nada que ver con el activismo o la hiperactividad. Ser proactivo no significa
actuar de prisa, de forma caótica y desorganizada, dejándose llevar por los
impulsos del momento.
Las personas que tienen el
hábito de la proactividad no son agresivas, arrogantes o insensibles, como
defienden algunos tópicos, sino todo lo contrario: se mueven por valores, saben
lo que necesitan y actúan en consecuencia
Innovación:
Es una de las virtudes más
apreciadas. Los problemas no se resuelven cuando está ausente la iniciativa
personal. No podemos experimentar el crecimiento personal sin iniciativa y no
podemos expresar nuestros potenciales a menos que tengamos autoconfianza
psicológica y física. Nada, absolutamente nada, puede tomar el lugar de la
iniciativa en la vida de un individuo.
La iniciativa es lo opuesto
a la competencia, y la una es la muerte de la otra. La iniciativa es una
cualidad natural de la mente. Todos nos enfrentamos a situaciones repentinas e
inesperadas a las cuales respondemos de una manera intuitiva y espontánea. Es
entonces que la mente se siente libre y sin coerción del exterior. En esas
circunstancias, la acción fue automática, dirigida internamente. Pero, ¿qué
sucede cuando competimos con los demás? Nos mostramos renuentes y temerosos y
la iniciativa se debilita. Buscamos alrededor, esperando que alguien nos marque
el paso.
Creatividad:
Denominada también
inventiva, pensamiento original, imaginación constructiva, pensamiento
divergente o pensamiento creativo, es la generación de nuevas ideas o
conceptos, o de nuevas asociaciones entre ideas y conceptos conocidos, que
habitualmente producen soluciones originales.
Comentario: En que ayuda esto en la carrera y a lo largo
de tu vida laboral? Pues en mucho ya que debido a que si una persona tiene bien
desarrollada estas habilidades, será de gran utilidad en su campo laboral, será
una persona con una capacidad excelente, y un líder, para poder ser el mejor,
necesita de estas.
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