Tipologías de Adler y Jung

Las tipologías de Adler y Jung, son tipologías psíquicas que están derivadas de las tipologías humanas. Para Jung el concepto de persona, no significa más que una máscara que el hombre presenta a la sociedad en la que se desenvuelve. Jung toma como base dos dimensiones opuestas: extroversión e introversión. Y afirma que el temperamento extrovertido está centrado en el mundo, es espontáneo y abierto; mientras que el introvertido está centrado en su yo, en su intimidad, es cerrado, impenetrable y se repliega fácilmente sobre sí mismo.



TIPOLOGÍA ADLER
Su psicología se llamó individual porque creía que para entender a las personas, las deberíamos ver como un todo y no como un como una colección de varios trozos, porque al hablar de la personalidad se refería al estilo de vida de la persona y no en el sentido de rasgos internos, estructuras, conflictos. También tiene una postura teleológica en lo que se refiere a la motivación, somos impulsados hacia nuestros objetivos e ideales y aunque no es fácil siempre queda lugar para el cambio. Aunque para Adler todas las neurosis se pueden considerar como una cuestión de un interés social insuficiente, hizo una distinción en tres tipos, basándose en los diferentes niveles de energía que utilizaban.
1. DOMINANTE: se desarrolla desde la infancia, con la tendencia a ser agresivos y dominantes con los demás, su energía es tan grande que no les interesa nada para lograr su objetivo. Los más enérgicos terminan siendo sádicos, y los menos enérgicos, terminan siendo adictos, alcohólicos, suicidas. Despliega gran actividad pero carece de interés social.
2. ERUDITO: tienen todavía menos energía que el anterior. Sólo son capaces de sobrevivir aislándose de todo y si están al borde acaban psicóticos, lo que es lo mismo, padeciendo enfermedades mentales.
3. SOCIALMENTE ÚTIL: es la persona equilibrada y sana, con el mismo nivel de energía que de interés social.



TIPOLOGÍA DE JUNG
Una tipología que ha alcanzado gran renombre es la del psicoanalista suizo Carl Gustav. Jung, quien divide a la humanidad en dos tipos: El extravertido: Se llama así porque vierte su energía vital hacia fuera, hacia el mundo exterior.
El extravertido es el hombre de acción, se lleva bien con la gente, tiene confianza en sí mismo, capea admirablemente las situaciones difíciles que se le presentan en sociedad, Es un hombre práctico, que gusta de las realidades concretas. Esquiva la meditación, son optimistas, inquietos, confiados, sociables, variables, inconstantes, divertidos, gastadores, conversadores, imprudentes, realizadores, cambiantes en cuanto opinión, expresivos.
El introvertido: Se llama así porque se centra hacia el interior de sí mismo. El introvertido, por el contrario, tiende a replegarse en sí mismo. Es un hombre de abstracciones, reflexivo, meditativo. Huye de la compañía de los demás y busca ansiosamente la soledad. Es muy sensible, detesta la publicidad y el exhibicionismo. Su gran reserva le hace muy difícil de comprender, y por eso goza fama de hermético. Son pesimistas, desconfiados, rutinarios, aburridos, ahorrativos, callados, inteligentes, imaginativos, creadores, dan importancia a rumores, no expresan sus emociones, y controlados en su ira.

Jung comprendió perfectamente que no hay extraversión ni introversión puras: Él se ha expresado a este respecto con toda claridad: "Todo individuo posee ambos mecanismos, el de la extraversión y el de la introversión, y sólo el predominio relativo de uno de ellos constituye el tipo".

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